Zamenhof puso a prueba su lengua desde el principio mediante traducciones: Andersen, Goethe, Gogol, Molière, Orzeszkowa, Schiller, Shakespeare, etc. Prefirió traducir y dar ejemplos en lugar de elaborar una complicada gramática de uso.

La literatura traducida tuvo una enorme importancia en los inicios de la lengua, pues era una manera de probar que el esperanto servía efectivamente para tareas literarias. En la actualidad se cuenta con más de 10.000 obras traducidas desde más de cuarenta idiomas. Aunque hoy es mayor el volumen de producción original, se ha conservado el gusto por verter obras nacionales al esperanto, que se ha mostrado un vehículo perfecto para traducir cualquier obra meritoria.

La figura central de las letras esperantistas es el húngaro Kálmán Kalocsay (1891-1976) y se puede dividir toda la literatura esperantista en anterior (primitiva) y posterior (moderna) a él. Su influencia es enorme.
Otros grandes autores, además de L. L. Zamenhof (autor del esperanto), son Raymond Schwartz (francés), Gaston Waringhien (francés), Lajos Tarkony (húngaro), Fernando de Diego (español), Karolo Piĉ (checo), William Auld (escocés), Marjorie Boulton (inglesa) y Trevor Steele (australiano).

La Escuela de Budapest (1921-1950), en torno a K. Kalocsay, supuso una revolución que marcó la madurez del esperanto como vehículo literario. Del mismo período son también Baghy, Schwartz, Miĥalski y Hohlov.

La Escuela escocesa (1952-1970), en torno a W. Auld y R. Rossetti, actualizó y superó los principios establecidos por su predecesora. Nervi, por su parte, inaugura y determina las tendencias de la poesía moderna.

Desde 1993, a raíz de la publicación del poemario colectivo Ibere libere de Gonçalo Neves, Liven Dek, Miguel Fernández y Jorge Camacho se empieza a hablar de la Escuela ibérica. Otros autores que forman parte de este grupo literario son Abel Montagut, Joxemari Sarasua y Antonio Valén, aunque sin
duda la figura que mayor influencia ha tenido en el desarrollo del grupo ha sido Fernando de Diego.

Para saber más
Literatura originalLiteratura traducidaLiteratura española en esperantoEjemplos de traduccionesCuriosidadesLecturas recomendadas

Cuando el Dr. Zamenhof comenzó a desarrollar una lengua nueva, que pudiera servir como forma de comunicación entre pueblos, tuvo claro que para que esa lengua, que poco después tomaría el nombre de esperanto, adquiriera una vida real, no bastaba con crear un instrumento frío, un código neutral, útil para la comunicación comercial. Tenía que ser una lengua real, que transmitiera sentimientos y belleza.

Las características estéticas fueron desde el comienzo uno de los parámetros que había que tener en cuenta. Por ello, no es extraño que el “Primer Libro”, como se conoce al folleto que presentó la lengua esperanto al público, contuviera un par de poemas originales y uno traducido. La primera obra original fue una sencilla composición llamada “Ho mia kor’” (Oh, mi corazón), del propio Zamenhof, que sin ser una obra maestra literaria, es apreciada por su lírica ingenua, y porque sirvió de germen e incitación al cultivo literario de la lengua.

Los primeros años no vieron un desarrollo espectacular de las potencialidades de la literatura original, ya que los primeros escritores prefirieron explotar la traducción de obras de lenguas nacionales. Se pretendía promover el carácter de puente cultural del nuevo idioma, a la vez que se probaban sus potencialidades como forma de expresión. A la vez se trataba de desarrollar el idioma, ya que se estimaba que así sería más fácil de hacerlo homologable a cualquiera de los ya existentes.

No obstante, algunos de los pioneros quisieron utilizar el esperanto como vehículo de sus aspiraciones literarias, y las primeras revistas comenzaron a incluir poesías y relatos originales. Algunos de ellos fueron incluidos en la “Fundamenta Krestomatio”, una antología de textos supervisada por el propio Zamenhof, que sirvió como modelo de buen esperanto, utilizable tanto por los que aprendían el idioma como por los que querían emplearlo de forma práctica.

Un impulso a la producción literaria lo proporcionaron los “Juegos Florales Internacionales”, una iniciativa de los esperantistas catalanes, a semejanza de los Jocs Florals entonces famosos, en la que se premiaban obras en diversos géneros, y que pronto alcanzó prestigio internacional.

Esta primera etapa duró hasta el final de la década de 1910, y fue dominada por escritores del entonces Imperio Ruso (incluida Polonia) y por franceses, principalmente.

Tras la Gran Guerra, con el renacimiento del movimiento esperantista, también recomenzó la producción literaria. A comienzos de la década de los veinte se fundó la revista “Literatura Mondo” en Budapest. La calidad y exigencia de sus editores hizo que el nivel literario creciera de forma notable. Se creó así un círculo literario, que se conoce como “Escuela Húngara o de Budapest”. Sus principales impulsores fueron los húngaros Kálmán Kalocsay y Julio (Gyula) Baghy.

Kalocsay es el poeta de los intelectuales, capaz de crear monumentos tanto originales como en traducciones de múltiples idiomas, con un rigor y una perfección técnica casi inigualables. Su obra fue muy influyente también por su labor como editor, y por su aportación como el gran teórico de la literatura en esperanto. Junto con Gaston Waringhien fue el redactor de la “Parnasa Gvidlibro” (“Guía del Parnaso”), una especie de manual de poesía en esperanto, muy influyente para posteriores generaciones, hasta el punto de que se habla de parnasianismo para el estilo poético que allí en parte se recomendaba.

Julio Baghy es el escritor del pueblo esperantista, si así se puede decir. Su estilo popular, sus historias, incluso su carácter personal, hizo de él uno de los autores más leídos y queridos de su época. Sus novelas cortas sobre sus experiencias durante la Gran Guerra fueron éxitos en su momento, y aun hoy se leen con gusto.

Otros escritores asignables a la Escuela Húngara o de Budapest son Ferenc Szilágyi, autor de algunos cuentos muy apreciables, o Theodor Schwartz, conocido más adelante como Tivadar Soros.

Mención especial merecen los autores de la llamada Escuela Soviética, que escribieron en esperanto durante el periodo de auge en los primeros años tras la revolución rusa, influidos por el estilo combativo de esos acontecimientos. El poeta más representativo fue Eugen Mijalski. En la novela destaca Mijaíl Varankin, con su obra “Metropoliteno”, aun hoy considerada como una de las mejores obras en prosa de ese periodo. Desgraciadamente, la represión estalinista sobre el movimiento esperantista que tuvo lugar a finales de los años 30 acabó con esa escuela, y con la vida de varios de sus integrantes.

La Segunda Guerra Mundial causó una paralización del movimiento esperantista en general, y de la creación literaria en particular. No se debió sólo a las dificultades generales en el movimiento esperantista y a la sociedad general, sino al cierre de varias de las principales revistas literarias que servían de cauce de publicación de poesías y relatos. Ello supuso un problema práctico, que incidió en la regularidad de la publicación literaria.

Pero al acabar el conflicto, el panorama literario no tardaría en renovarse y retomar su fuerza. Curiosamente, la solución de los problemas prácticos de edición vino de España, concretamente de las islas Canarias, gracias a Juan Régulo Pérez, profesor de la Universidad de La Laguna, que lanzó una editorial nueva, con el nombre de “Stafeto”.

La primera obra editada fue un tomo de la poesía colectiva de un grupo de escritores escoceses, con el título “Kvaropo” (Cuarteto). Los autores eran William Auld, John Dinwoodie, John Francis y Reto Rossetti, y constituyeron el germen de la denominada “Escuela Escocesa”, que influyó el panorama literario de los años 50 y posteriores. Entre ellos el más conocido es William Auld, autor de obras de todo tipo, entre los cuales una epopeya, “La infana raso”, una de las obras más valoradas en el panorama literario en esperanto. Auld fue nominado varias veces al Premio Nobel de Literatura.

Muy relacionada con esa escuela, aunque no considerada como un miembro de la misma, es la inglesa Marjorie Boulton, que también escribió en su idioma natal. Boulton tuvo durante esa época un papel similar al que anteriormente había desempeñado Julio Baghy, el de un escritor popular sin perder el rigor, autor de obras ingenuas, con un lenguaje accesible incluso para los hablantes menos expertos.

Un caso similar es el de Raymond Schwartz, autor ya antes de la guerra de numerosas piezas humorísticas, llenas de juegos de palabras y alusiones, y que en los años 60 publicó una novela larga muy popular, “Kiel akvo del rivero” (Como agua del río), parcialmente autobiográfica. También por sus obras humorísticas, bastante subidas de tono, es conocido Louis Beaucaire.

Caso contrario es el del checo Karel Píč (o Karolo Piĉ), autor de obras herméticas, con amplio uso de estructuras y combinaciones poco comunes. Su novela “La Litomiŝla Tombejo” (El cementerio de Litomysl) es una de las cumbres de la literatura en esperanto, muy apreciada por los críticos, pero considerada como una obra de culto.

Juan Régulo y Stafeto continuaron publicando textos literarios con un alto nivel de exigencia, y se consolidaron como la editorial más prestigiosa durante varias décadas.

En los años 70 y 80 se consolidó un fenómeno que en parte atestigua la madurez y normalidad del esperanto desde el punto de vista literario: el triunfo de algunos autores con una literatura menos exigente desde el punto de vista formal, y más accesible al lector medio.

Puede citarse al novelista István Nemere, un escritor profesional también en húngaro, que ha destacado en el género de las obras policíacas. Otro autor muy famoso es Claude Piron, que ha escrito también novelas policíacas con el pseudónimo de Johán Valano (y una erótica como Johán Balano), y que también es conocido por sus obras divulgativas y para estudiantes del idioma.

Más cercana en el tiempo hemos de mencionar a la Escuela Ibérica (Ibera Skolo), un grupo de jóvenes escritores de la península ibérica, que causaron sensación a comienzos de los años 90, y aún hoy se encuentran entre los más destacados autores en el idioma internacional. Entre ellos podemos citar a Miguel Gutiérrez Adúriz (más conocido bajo el pseudónimo Liven Dek, y que también es editor y autor de libros de aprendizaje y diccionarios), Jorge Camacho, Abel Montagut, Gonçalo Neves, Miguel Fernández, Joxemari Sarasúa y otros. Autores de obras originales y traducidas, con géneros y temáticas muy diversas, se caracterizan por su interés en explorar todas las potencialidades del idioma, y todos sus límites y extremos.

La literatura en esperanto se ha consolidado y adquirido madurez. Ha comenzado a ser reconocida también en círculos literarios más extensos. Por ejemplo, el PEN Club aprobó en 1993 la constitución de una sección de escritores en esperanto. Se trata por tanto de una literatura limitada en cuanto al volumen del mercado y con problemas de distribución, pero que desde el punto de vista formal no tiene nada que envidiar a las literaturas nacionales.

Basado en parte en textos en http://www.delbarrio.eu/literatura.htm
Para saber más: Antonio Valén: “El esperanto: lengua y cultura”, mga, Santander, 2004.
Geoffrey Sutton: “Concise Encyclopedia of the Original Literature of Esperanto 1887-2007”, Mondial 2008.

Las traducciones de obras universales al esperanto

Uno de los primeros objetivos cuando el Dr. Zamenhof propuso el esperanto como idioma internacional fue el de servir de puente cultural entre personas de diferentes medios lingüísticos. Y uno de los medios para alcanzar este objetivo fue el de la traducción de la literatura de los distintos países y lenguas. La traducción de obras literarias procedentes de todos los idiomas y culturas es una de las aplicaciones más conocidas del esperanto y de las primeras que se emprendieron.

De hecho, el llamado “Primer Libro” de 1887, que presentaba los elementos básicos del idioma, contenía un poema de Heinrich Heine, que junto con algunos textos religiosos pueden ser considerados como las primeras traducciones en la nueva lengua.

La traducción de textos literarios fue uno de los primeros usos del esperanto, no sólo por parte del Dr. Zamenhof, sino por los pioneros del idioma. El objetivo era doble.

Por un lado, se trataba de cumplir uno de los objetivos de la lengua: poner en comunicación a las diferentes culturas del mundo, mediante una traducción de los tesoros literarios de cada país en un idioma que el resto de habitantes del mundo pudieran entender.  Así, fue habitual que en cada país a donde llegó la lengua creada por Zamenhof, los primeros hablantes comenzaran a traducir textos de sus respectivas tradiciones literarias.

Por otra parte, la traducción de textos literarios presentaba para el esperanto la posibilidad de probarse y desarrollarse como lengua normal. Al fin y al cabo, como algún autor hizo notar, escribir textos originales en la lengua presentaba la opción de expresar sólo aquellas frases ya existentes, mientras que la traducción obligaba al escritor a encontrar la manera de presentar en esperanto cualquier expresión existente en otras lenguas.

El propio Dr. Zamenhof mostró el camino, comenzando de forma inmediata la traducción de obras maestras de la literatura universal. En el año 1894 apareció su traducción de “Hamlet”, de William Shakespeare. Se trataba de un desafío impresionante (¡la versión respeta la forma en verso del original!), que no sólo supuso una clarísima demostración de la potencialidad y viabilidad del nuevo idioma, lo cual tuvo un importante efecto propagandístico, sino que además se sigue leyendo y reeditando en la actualidad, y se ha convertido en un clásico de la nueva lengua.

En años sucesivos Zamenhof tradujo otras obras de otras culturas, como “Los bandidos” de Schiller, “El inspector” de Gogol, “Ifigenia en Táuride” de Goethe, “Marta” de Orzeszko, los cuentos de Andersen, además de todo el Antiguo Testamento.

Por estas razones antes indicadas, los literatos de la primera época se dedicaron sobre todo a la traducción. Entre ellos se debe citar a los polacos Antoni Grabowski y Kazimierz Bein.

Grabowski suele ser considerado el primer hablante de esperanto externo a la familia Zamenhof. Químico de profesión, tenía un gran talento literario, y a él se deben las primeras recopilaciones de poemas, la primera en 1893, y la segunda, “El Parnaso de los pueblos”, en 1913, una colección de traducciones procedente de 33 lenguas. También produjo un monumento que en su momento causó sensación, la versión (1918) de la epopeya nacional polaca, “Pan Tadeusz”, de Adam Mickiewicz, que respetaba no sólo el contenido sino también la versificación.

Kazimierz Bein, médico, fue más conocido por su pseudónimo Kabe. Se le considera el primer estilista en esperanto, poseedor de un estilo muy natural y fluido. Su principal obra, la traducción (1907) de “El faraón” de Bolesław Prus, es aún hoy una lectura muy popular entre los esperantistas. Kabe es también famoso por su súbito abandono del movimiento esperantista, lo que ha dado una palabra en esa lengua (kabei) para denominar ese tipo de actos.

A partir de las primeras décadas del siglo XX la traducción se extendió a todos los idiomas y culturas, y aunque la producción original comenzó a desarrollarse, continuó siendo una de las principales ocupaciones de los esperantistas con ambiciones literarias.

Podrían citarse literatos de todas las lenguas y nacionalidades, pero podemos resumirlos en la figura del húngaro Kalman Kalocsay, uno de los principales desarrolladores del lenguaje poético en esperanto. Fue un autor muy prolífico, tanto en obras originales como traducidas. A título de ejemplo, se pueden citar sus compilaciones “Eterna Bukedo” (1931) y “Tutmonda sonoro” (edición de 1981), colecciones de la poesía mundial, con poemas procedentes de más de 30 lenguas, incluyendo clásicas y minoritarias.

En los años 20 y 30 vieron la luz varias antologías de literatura de distintos países y lenguas. Una de las primeras y más importantes fue la “Antología Catalana” (1925), colección de la literatura catalana de todas las épocas, coordinada por Jaume Grau Casas y en la que participaron algunos de los más destacados poetas catalanes en esperanto de la época. Su éxito a la hora de difundir la cultura catalana por el mundo fue sobresaliente, y un ejemplo para otras culturas desconocidas o minoritarias.

El esperanto ha servido de vehículo de difusión de los monumentos de la cultura internacional. En los años 60, bajo los auspicios de Unesco, tras el reconocimiento que el esperanto había recibido de esta organización internacional, y como forma de contribuir al diálogo entre las culturas, los continentes y las civilizaciones, la Asociación Universal de Esperanto (UEA) lanzó una Serie Oriente-Occidente, especialmente dedicada a la traducción de grandes obras de todas las culturas. Entre ellas pueden citarse obras del indio Tagore (que inauguró la colección), el japonés Oogai, el argentino Hernández (“Martín Fierro”), el portugués Camões, los rusos Pushkin y Dostoyevski, el francés Sartre, y muchos más. Un libro recopilado por el aventurero Tibor Sekelj, “Elpafu la sagon” (“Dispara la flecha”, 1983) recogía poesía de la tradición oral de numerosos pueblos indígenas de todos los continentes. Precisamente en esta colección apareció en 1969 la traducción del Corán (“La Nobla Korano”), el libro sagrado de la religión musulmana. En cuanto a la Biblia, el mismo Zamenhof comenzó a traducirla desde el hebreo (partes del Antiguo Testamento) y en 1926 ya se disponía de una traducción completa, que luego se ha ido mejorando (el último texto revisado es de 2006 publicado también en la Serie Oriente-Occidente).

Actualmente los esperantistas con inclinaciones literarias se orientan más hacia la creación original, pero la traducción al esperanto continúa siendo muy importante como conector entre culturas. No son pocas las obras en que el esperanto ha servido de puente para realizar una traducción indirecta entre lenguas medianas, para las que es difícil encontrar un traductor bilingüe competente. Por ejemplo, una parte de la literatura checa se conoció en Japón gracias a este sistema y a los esfuerzos del esperantista Kurisu Kei (posteriormente traductor directo).

La traducción literaria se ha normalizado, y ha perdido el papel privilegiado de que gozó en un principio. Además, ha madurado y se ha diversificado. Podemos mencionar la traducción de obras populares, incluyendo policíacas (están traducidas obras de Conan Doyle, Agatha Christie, Georges Simenon), fantásticas (el gran escritor William Auld tradujo las novelas de Tolkien), ciencia ficción (con una interesante colección en el sello “Sferoj”). También puede citarse la literatura infantil, como Pippi Långstrump o los Mumin. O cómics como Tintín y Astérix.

También se dispone en esperanto de traducciones de obras importantes de la cultura internacional, como “El origen de las especies” de Darwin, “La República” de Platón, “El capital” de Karl Marx  o “El libro de las maravillas” de Marco Polo.

Muchas traducciones pueden encontrarse en la red, y sirven aun hoy como forma de conectar las culturas y lenguas, incluso las más minoritarias.

Basado en parte en textos en http://www.delbarrio.eu/literatura.htm
Para saber más: Antonio Valén: “El esperanto: lengua y cultura”, mga, Santander, 2004.
Geoffrey Sutton: “Concise Encyclopedia of the Original Literature of Esperanto 1887-2007”, Mondial 2008.

Literatura española en esperanto

Una de las primeras aplicaciones del esperanto fue la de servir de puente de comunicación cultural, entre otros medios mediante la traducción de obras literarias y de otros tipos en la lengua internacional.

Pronto el propio Dr. Zamenhof comenzó la traducción de obras literarias, y otros pioneros siguieron su ejemplo. Sin embargo, una de las grandes literaturas que tardó en seguir el ejemplo fue la española. A pesar de que el esperanto llegó pronto a España, desde el punto de vista literario, las traducciones desde el castellano y otras lenguas españolas no siguieron el mismo ritmo que en otros países. Es cierto que en España comenzaron también pronto las traducciones de textos, pero ni la cantidad ni la calidad fueran comparables en las dos o tres primeras décadas a las equivalentes en otros idiomas.

La persona que se debe citar en este periodo es el alicantino Vicente Inglada Ors, militar y científico, y uno de los mejores hablantes del idioma en su época, miembro de la primera Academia de la lengua, el “Lingva Komitato”. Inglada tradujo gran cantidad de obras literarias, entre las cuales figuran la mayoría de los textos teatrales de Jacinto Benavente, muy famoso en aquellos momentos, también en el extranjero. Otros autores traducidos por Inglada fueron Leandro Fernández de Moratín, Ramón de Campoamor, Ganivet o Santiago Rusiñol.

Tras la Primera Guerra Mundial otros hablantes de esperanto publicaron diversas traducciones de obras de escritores españoles, tanto en revistas literarias como en libros independientes. Se puede citar los nombres de los también militares Julio Mangada, que publicó dos Novelas Ejemplares de Cervantes, Fernando Redondo Ituarte (fragmentos de diversos autores), o Ramón de Salas que tradujo “Sangre y arena” de Blasco Ibáñez.

No obstante, el esfuerzo más destacado, que causó una gran impresión en su época, fue la publicación de la “Antología Catalana”, que recogió una muestra representativa de la literatura en catalán desde sus comienzos hasta autores contemporáneos. La calidad de las traducciones, coordinadas por el escritor Jaume Grau Casas, fue muy apreciada, pero además el planteamiento y la calidad editorial sirvieron para prestigiar una literatura entonces poco conocida, y fue un estímulo para la edición de antologías similares procedentes de otras lenguas.

Aunque el mismo Grau trabajó en la redacción de una Antología española, las dificultades del movimiento esperantista español, y después el estallido de la guerra civil impidieron su concreción.

La Guerra Civil y la posguerra causaron una importante crisis en el movimiento esperantista español. La actividad literaria se redujo de forma drástica. Curiosamente, una editorial con base en España, “Stafeto”, dirigida por el profesor Juan Régulo Pérez, fue protagonista del renacimiento literario del esperanto a partir de los años 50 (ver unidad 4), pero en un comienzo apenas publicó literatura procedente de ámbitos hispanos.

Los años 50 y 60 vieron algunas traducciones aisladas. Al principio tuvieron cierto protagonismo las obras religiosas. También puede citarse la obra del valenciano Luis Hernández Lahuerta, que tradujo a Wenceslao Fernández Flores, Santiago Ramón y Cajal, o una de las novelas incluidas en el Quijote (“El curioso impertinente”, traducida como “La malprudenta scivolulo”). A pesar de las circunstancias, durante esos años se publicaron algunas obras procedentes del catalán, entre las cuales hay que destacar “Solitud”, de Víctor Català (pseudónimo de Caterina Albert).

De todas formas, de la pobreza de las traducciones hasta los años 60 puede dar idea la constatación de que la primera traducción de García Lorca se debe a un traductor ruso, Konstantin Gusev, mientras que la primera traducción completa del Quijote (aún inédita) fue obra de un holandés, H. J. Bulthuis.

A mediados de los años 60 el panorama de la traducción del español al esperanto cambió de forma radical, gracias sobre todo a una persona, Fernando de Diego, que durante un par de décadas realizó un trabajo excepcional. De Diego publicó traducciones de autores como Antonio Machado (“La tierra de Alvargonzález”), Federico García Lorca (“El romancero gitano”), Gustavo Adolfo Bécquer (“Rimas”), Baroja (“El árbol de la ciencia”), Camilo José Cela (“La familia de Pascual Duarte”), Ramón María del Valle-Inclán (“Tirano Banderas”), y muchos más, tanto en libros individuales como en antologías.

A Fernando de Diego se le debe especialmente el cumplimiento de un reto que se le había resistido al movimiento esperantista español: la traducción completa de los dos tomos de “El Quijote”. Ya en 1905 se habían publicado versiones de algunos capítulos. Los citados Inglada, Mangada o Hernández Lahuerta se encuentran entre los que lo habían intentado. Pero publicar una traducción completa requería, es obvio, mucho trabajo, mucho talento y una importante infraestructura editorial. Por fin, en 1977 se dieron las circunstancias necesarias. Fundación Esperanto publicó el Quijote completo, en la traducción de Fernando de Diego. En el 2016, con ocasión del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, la Federación Española de Esperanto reeditó el libro en formato digital, accesible a cualquier persona interesada.

Fernando de Diego continuó publicando traducciones (además de ensayos, métodos de enseñanza y diccionarios), pero sobre todo creó escuela. En los años 80 surgió un grupo de jóvenes autores y traductores, que están considerados entre los de mayor talento de las letras actuales en esperanto, entre los que se encuentran no sólo castellanoparlantes, sino también vascos, catalanes y portugueses, y que son conocidos como la Escuela Ibérica (Ibera Skolo).

En este grupo puede incluirse a Miguel Gutiérrez Adúriz, Miguel Fernández, Abel Montagut, Gonçalo Neves, Jorge Camacho, Joxemari Sarasúa, y otros. Todos ellos son autores de obras originales, pero también de traducciones. Gutiérrez Adúriz (que escribe bajo el pseudónimo Liven Dek) ha traducido a Ana María Matutes, Juan Ramón Jiménez (“Platero y yo”) o Manuel Llano, además de ser el editor de varias colecciones de obras de ciencia ficción. A Abel Montagut se le debe la imponente traducción de los “Cants d’Amor” de Ausiàs March.

El traductor más fecundo de literatura española en estos últimos años es Miguel Fernández. Ha traducido obras de García Lorca (“Bodas de sangre”, “La casa de Bernarda Alba”), Ramón María del Valle-Inclán (“Luces de Bohemia”) o Miguel Hernández (una antología de poemas, que ya ha recibido dos ediciones). También de autores contemporáneos como María Ángeles Maeso, Fernando J. López o José Sanchis Sinisterra (“¡Ay, Carmela!”). También ha publicado una antología de literatura comprometida con el título “Poezio: armilo ŝargita per futuro” [Poesía: un arma cargada de futuro], con 182 poemas de 35 autores, editada en el año 2013.

Varios de esos libros se publicaron en la colección “Hispana Literaturo”, impulsada por la Federación Española de Esperanto para dar a conocer las obras de escritores españoles contemporáneos al público internacional.

En cuanto a los autores hispanoamericanos, en los últimos años ha ido mejorando el volumen de traducción de obras de esta procedencia, aunque el número de obras es desproporcionadamente pequeño en relación con su importancia. Entre los más destacados deben mencionarse la magistral traducción del muy difícil “Martín Fierro”, a cargo del argentino E. Sonnenfeld, y los varios textos debidos de nuevo a Fernando de Diego, como “Doña Bárbara”, de Rómulo Gallegos, “Cien años de soledad” de García Márquez o “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, de Neruda.

Finalmente, hay que mencionar el caso de las obras de lenguas no castellanas. Ya se ha mencionado la importancia de la contribución catalana antes de la guerra civil; tras ésta se perdió gran parte del impulso, que ya a comienzos de los años 60 se fue recuperando, hasta alcanzar su cumbre con la citada edición de los “Cants d’Amor” de Ausiàs March, en traducción de Abel Montagut.

Mucho más escasa es la contribución procedente del gallego o el euskera. Los principales traductores del vasco son Aitor Arana (importante escritor original él mismo en dicha lengua) que ha traducido entre otros textos el “Behi euskaldun baten memoriak”, de Bernardo Atxaga, y Joxemari Sarasua que ha traducido la obra de Jon Mirande “Haur Besoetakoa”.

Del gallego hasta hace poco apenas se disponía de otro libro que una obra de Castelao, los “Retrincos”, traducido también por De Diego, aparte de algunos textos dispersos en revistas y antologías, pero en años recientes el escritor Suso Moinhos ha publicado la popular obra de Xosé Neira Vilas, “Memorias dun neno labrego”.

Finalmente, podemos mencionar que se dispone de una antología de poesía mozárabe, “Lirikaj perloj de Al-Andalus”, en versión de Antonio Marco Botella.

Basado en parte en textos en http://www.delbarrio.eu/traduccion.htm
Para saber más: Antonio Valén: “El esperanto: lengua y cultura”, mga, Santander, 2004.

Autores de lengua española traducidos al esperanto

Leopoldo ALAS “Clarín”

Adiaŭ, Cordera!¡Adiós, Cordera!
Ili estis tri, ĉiam tri: Rosa, Pinín, Cordera.Prato Somonte similis al triangula, verda velurpeco tapiŝe sternita sur deklivo de monto. La suban angulon tuŝis fer-vojo liganta Oviedon al Gijón. Tie, kvazaŭ konkera standardo, staris telegrafa ligno-fosto kun siaj blankaj bulboj kaj siaj paralelaj dratoj, kaj ĝi reprezentis por Rosa kaj Pinín la vastan mondon nkonatan, misteran, timindan, eterne foran.¡Eran tres, siempre los tres!: Rosa, Pinín y la Cordera.El prao Somonte era un recorte triangular de terciopelo verde tendido, como una colgadura, cuesta abajo por la loma. Uno de sus ángulos, el inferior, lo despuntaba el camino de hierro de Oviedo a Gijón. Un palo del telégrafo, plantado allí como pendón de conquista, con sus jícaras blancas y sus alambres paralelos, a derecha e izquierda, representaba para Rosa y Pinín el ancho mundo desconocido, misterioso, temible, eternamente ignorado.

Ignacio ALDECOA

Ĝis tag-mezo alvenosHasta que den las doce
Doloris spiri. Sirenado el la fabriko fiksiĝis sur la hela flanko de la mateno. Pasis rub-ĉaroj en la dumpejon. Pedro Sánchez blovis sur siajn fingrojn.Antonia Puerto vekiĝis; ploradis la etulo. Antonia malfermetis la fenestron, kaj la frido, eniĝinte kiel birdo, ĉirkaŭflugis la ĉambron. Tusis la etulo. Antonia fermis la fenestron, kaj la frido naniĝis poiome ĝis vanuo.Vekiĝis ankaŭ Juan kun lepore poltronaj okuloj, sin rulis sur la lito kaj ĉe tio la plej aĝa frato alvenis al sendormo.Hacía daño respirar. Las sirenas de las fábricas se clavaban en el costado blanco de la mañana. Pasaron hacia los vertederos los carros de la basura. Pedro Sánchez se sopló los dedos.Despertó Antonia Puerto; lloraba el pequeño. Antonia abrió la ventana un poquito y entró el frío como un pájaro, dando vueltas por la habitación. Tosió el pequeño. Antonia cerró y el frío se fue haciendo chiquito, hasta desaparecer. También se despertó Juan, con ojos de liebre asustada; dio una vuelta en la cama y desveló a su hermano mayor.

Gustavo Adolfo BÉCQUER

Rimo XIIIaRima XIII
Tutan mondon por rigardo,
la ĉielon por ekrido,
kaj por kiso via… kion
mi ne donus por la kiso!
Por una mirada un mundo;
por una sonrisa, un cielo,
por un beso…, ¡yo no sé
qué te diera por un beso!

Miguel DE CERVANTES

La inĝenia hidalgo don Quijote de la ManchaEl ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
En vilaĝo de La Mancha, kies nomon mi ne volas memori, antaŭ nelonge vivis hidalgo el tiuj kun lanco en rako, antikva ŝildo, osta ĉevalaĉo kaj rapida levrelo. Stufaĵo pli ofte bova ol ŝafa en la matenoj, haketita viando kun salo preskaŭ en ĉiu nokto, grivoj kaj frititaj ovoj sabate, lentoj vendrede, kaj plie kolombido dimanĉe prenis tri kvaronojn de lia enspezo. La alian kvaronon konsumis velura sajo, pluŝaj kuloto kaj pantofloj por la festaj tagoj, dum en la cetero de la semajno li kontentiĝis portante delikatan lanaĵon.En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto de ella concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mismo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.

Gerardo DIEGO

La cipreso de SilojEl ciprés de Silos
El ombro kaj el sonĝo, ŝpruc’ rigida.
Aflikto de l’ ĉiel’, ĉar pinta lanco.
Gejser’ strebanta stelojn en distanco
per plilongiĝo vana kaj avida.Soleca masto, revo izolita.
Espero-dona sago en avanco.
Veninte al la bordo de Arlanco,
anime senespera, kore frida,mi vidis vin majesta, dolĉa, garda
kaj volis kun profunda sento arda
ascendi min solvante je kristalojkiel vi, turo svaga je profiloj,
ekzemplo de deliraj vertikaloj,
cipreso muta en fervora Siloj.
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.

Federico GARCÍA LORCA

Somnambula romancoRomance sonámbulo
Verda, ĝin mi volas verda.
Verda vento. Verdaj branĉoj.
La ĉevalo sur la monto
kaj la ŝipo sur la maro.
Kun la ombro ĉe la zono
kaj arĝento-frida gapo,
verda karno, haroj verdaj,
pensas ŝi en la verando.
Verda, ĝin mi volas verda.
Sub cigana lunoklaro
la ĉirkaŭo ŝin observas,
sed ŝi vidas nur la vakon.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

Fray Luis DE LEÓN

Izola vivoVida retirada
Mi volas vivi sola,
regali min per bonoj de l’ ĉielo
kaj vidi min izola
sen amo kaj sen celo,
sen la ĵaluzoj mordaj, sen kverelo.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Jorge MANRIQUE

Elegio je la morto de lia patroCoplas a la muerte de su padre
Niaj vivoj estas fluoj
finiĝantaj en la maro
  morto-svene;
tien rekte kaj sen bruoj
malaperas nobelaro
  senrevene.
Tien iras fluoj famaj
kun humilaj kaj kun mezaj
  al la feĉo;
tie ĉiuj estas samaj:
la subul’ kun taskoj pezaj
  kaj la reĝo.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
  que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
  y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
  y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
  y los ricos.

El esperanto en la literatura en español

Menciones literarias

Eliseo ALBERTO

La eternidad por fin comienza un lunes

(…) lloró por los recién casados que la noche de bodas se quieren tanto que no pueden hacer el amor, por los que cada lunes compran billetes de lotería y cada domingo descubren que el número ganador ha sido otro; lloró por los alcohólicos anónimos, los ganadores en el último campeonato mundial de minusválidos y los defensores del esperanto; (…)

Isabel ALLENDE

La casa de los espíritus

[1982]

Capítulo IX

Las comunicaciones de Clara con las almas vagabundas y con los extraterrestres, ocurrían mediante la telepatía, los sueños y un péndulo que ella usaba para tal fin, sosteniéndolo en el aire sobre un alfabeto que colocaba ordenadamente en la mesa. Los movimientos autónomos del péndulo señalaban las letras y formaban los mensajes en español y esperanto, demostrando así que son los únicos idiomas que interesan a los seres de otras dimensiones, y no el inglés, como decía Clara en sus cartas a los embajadores de las potencias angloparlantes, sin que ellos le contestaran jamás, así como tampoco lo hicieron los sucesivos ministros de Educación a los cuales se dirigió para exponerles su teoría de que en vez de enseñar Inglés y Francés en las escuelas, lenguas de marineros, mercachifles y usureros, se obligara a los niños a estudiar esperanto.

Capítulo X

Su madre le advirtió que no intentara explicar a sus compañeros lo que había visto sobre la naturaleza humana en los libros de medicina de su tío Jaime, ni hablara a los maestros de las ventajas del esperanto sobre la lengua inglesa.

El cuaderno de Maya

Pág. 31 de edición de Plaza & Janés. 2011.

Verano

El Fákin se aplastó al fondo del bote, con la nariz entre las patas delanteras, y allí se mantuvo inmóvil, sin despegar los ojos de mí. No es cariñoso pero nos entendemos en el lenguaje de la flora y la fauna:  esperanto telepático.

Largo pétalo de mar

Ed. Plaza & Janés. 2019

[…] Primero arrestaban a los combatientes, si los hallaban, en cualquier condición que estuviesen, y personas denunciadas por otros como colaboradores o sospechosos de alguna actividad considerada como antiespañola o anticatólica; eso incluía miembros de sindicatos, partidos de izquierda, practicantes de otras religiones, agnósticos, masones, profesores, maestros, científicos, filósofos, estudiosos de esperanto, extranjeros, judíos, gitanos, y así seguía la lista interminable. 

Max AUB

“La gallina ciega”

Diario Público, 2010, p. 288 (taglibra dato: “14 de octubre”)

“Largo balcón Madrid iluminado, al fondo, en la hondonada. Como en todos los extrarradios, si a uno le pusieran de pronto frente a los miles de lucecitas y anuncios de todos los colores preguntándole, en esperanto: -¿Dónde está? Lo mismo podrías contestar: Roma como París, México o Nueva York, Berlín o Milán. Es Madrid.”

Pedro Luis BARCIA

Identidad lingüística y globalización

[III Congreso Internacional de la Lengua Española, 2006]

Las lenguas artificiales renacen en el siglo XIX con el solresol, la lengualumina, el spokil, el más riguroso volapük, con su alfabeto fonético universal, y el, sin lugar a dudas, de más lata vida en el intento ha sido el esperanto, que cuenta con más de una veintena de congresos universales. Cuando muchachos, en Entre Ríos, obtuvimos una beca para estudiarlo, y practicábamos con las estrofas del Martín Fierro, vertidas a la lengua cosmopolita: “Mi comensas kanti nun / kun la ritmo da guitaro”, o algo vecino. Nos embaucaron lingüísticamente diciéndonos que seríamos “cosmopolitas” y que patearíamos por el vasto mundo sin la menor dificultad en el comercio lingüístico. Acabamos de leer en la prensa, este año que, en nuestros días, se ha sugerido el esperanto como el idioma de la Comunidad Europea. Desempolvaremos nuestros apuntes juveniles.

Pablo BATALLA CUETO

Los nuevos odres del nacionalismo español

Ed. Trea. 2021.

Pág. 63:

Habitamos un tiempo de explosión individualista que multiplica las separaciones y nos atomiza en una babel de solipsismos dispares, de biografías ininteligibles, carentes de referencias comunes porque cada cual las busca que sean suyas e intransferibles, y solo las catarsis deportivas y las grandes tragedias hacen que, por tiempo breve pero intenso, las separaciones desaparezcan y los individuos intraducibles se vuelvan hablantes de un mismo esperanto emocional.

Pág.  146: 

[…] tampoco el euskera se ha convertido en un esperanto global. Si el castellano sí lo ha hecho, tal vez haya sido con ayuda celestial. 

Mario BENEDETTI

Adioses y bienvenidas. 84 poemas y 80 haikus

Pág. 104 de la edición de Visor Libros (2006)

68

el esperanto

esa lengua de todos

que no habla nadie

Vivir Adrede

[2007] Edición Alfaguara, Santillana, 2010

de Adrede: 11. Diccionario

Por el diccionario circulan misteriosas acepciones, enunciados que nadie pronuncia […] Imagino que el diccionario se ha de reír a carcajadas cuando nos apabulla con toda esa jerigonza y nos deja taciturnos, como si nos hablaran en esperanto

de Adrede: 27. Mercado

Aquí se venden […] antología de erratas, versos en esperanto

Felipe BENÍTEZ REYES

Oficios estelares

[2009]

P. 309-310

El guía espiritual de aquella secta resultó ser Srï Moiti, una especie de hindú pelado al rape que hablaba un idioma indeterminado que todos los asistentes parecían entender: el esperanto de las almas, poco más o menos, porque la clientela de aquel santón estaba formada por extranjeros de todas las edades, ellos con aspecto de haber sodomizado alguna vez a una oveja y ellas con aspecto de follar habitualmente con perros. Yo no entendía los mensajes trascendentalistas de Srï Moiti, porque creo que se dedicaba a hablar en una mezcla caprichosa de idiomas europeos, ya digo, pero Eva iba traduciéndome aquellos mensajes babélicos a un español titubeante.

Mercado de espejismos

Cristi se limitó a darle la bienvenida con estas aladas palabras: “¿Cómo te va, hijo de la grandísima puta?”. Lo dijo en español, idioma que el Penumbra no entiende, aunque hay frases que se entienden en cualquier idioma: el esperanto del insulto.

 Vicente BLASCO IBÁÑEZ

La Vuelta al mundo de un novelista

P. 108. Ed. Jaguar. Colección Entintados. 2012.

Este mesías de Los Ángeles ha sido seminarista católico, pero abandonó su carrera para intentar la estupenda obra de unir todas las religiones en una sola, entresacando lo mejor de cada dogma, algo semejante al esperanto, en la lingüística.

Jorge Luis BORGES

El libro de arena

[1975]

En: El congreso

Me hospedé en una módica pensión a espaldas del Museo Británico, a cuya biblioteca concurría de mañana y de tarde, en busca de un idioma que fuera digno del Congreso del Mundo. No descuidé las lenguas universales; me asomé al esperanto —que el Lunario sentimental califica de “equitativo, simple y económico”— y al Volapük, que quiere explorar todas las posibilidades lingüísticas, declinando los verbos y conjugando los sustantivos. Consideré los argumentos en pro y en contra de resucitar el latín, cuya nostalgia no ha cesado de perdurar al cabo de los siglos. Me demoré asimismo en el examen del idioma analítico de John Wilkins, donde la definición de cada palabra está en las letras que la forman

Guillermo CABRERA INFANTE

La Habana para un infante difunto

[1979]

Página 56 de la edición de Club Internacional del Libro

Ahora apenas atendía a lo que ella me decía entre los besos o el largo beso sostenido, hablando de ese esperanto del amor, el idioma que siempre espera más que expresa, sordo yo porque estaba más interesado en el beso en sí que en su literatura -en otra época podía haber dicho que atendía más a su lengua que a su lenguaje.

Tres tristes tigres

P. 233 de la 6ª edición de Seix Barral

(…) y saber, como sabía todo lo que hay que saber del Volapük y el Esperanto y el Ido y el Neo y el Basic English, y su teoría de que al revés de lo que pasó en la Edad Media, que de un solo idioma, como el latín o el germano o el eslavo salieron siete idiomas diferentes cada vez, en el futuro estos veintiún idiomas (…) se convertirían en uno solo, imitando o aglutinándose o guiados por el inglés, y el hombre hablaría, por lo menos en esta parte del mundo, una enorme lingua franca, una Babel estable y sensata y posible.

Vidas para leerlas

P. 237 de la edición de 1998 de Alfaguara-Santillana

Yo no quería escribir en un dialecto sino en un exclusivo idioma universal. Quería para mí la posibilidad del esperanto en la realidad del español.

El libro de las ciudades

P. 24 de la edición de 1999 de Alfaguara-Santillana

Nosotros (gesto que podría abarcar una secta) creemos que la ropa no debe tener fronteras ni razas, que debe ser un mismo idioma para todos. De cómo este esperanto sartorial, este volapuk de la vestimenta se convirtió en la última lingua franca de Londres, se habla más adelante (…)

Camilo José CELA CONDE

Cela, mi padre

Editorial Temas de hoy, 2002. Pág. 241:

los estantes repletos de las ediciones de sus libros, publicados hasta en japonés, en esperanto o en braille

Gabriel CELAYA

Los caballeritos de Azcoitia

En: Rapsodia Euskara (1961)

(…)
Los Caballeritos
que desafiaron
con gesto elegante
lo inerte y lo opaco.
Los Caballeritos,
tan libres de espanto,
que a Rousseau le hablaron
de tú en esperanto.
Los herejes, dijo
Menéndez Pelayo.
(…)

Javier CERCAS

El impostor

Literatura Random House, 2014. Pág. 50

El hecho es que el tío Anastasio adoptó a Marco; también lo instruyó: hasta entonces Marco había completado su educación autodidacta de lector indiscriminado recibiendo clases de francés, solfeo, teatro y esperanto en las escuelas, ateneos y cooperativas libertarias y en casa de la desdichada maestra de La Trinidad; ahora su tío Anastasio le obligó a aprender también caligrafía, mecanografía y taquigrafía. Quería hacer de él un hombre de provecho, pero sobre todo quería hacer de él un buen libertario: por eso le inculcó el idealismo racionalista, antipolítico, violento, justiciero, igualitario, redentorista, anacrónico, puritano, solidario y sentimental de un cierto anarquismo español; y por eso le llevaba a todas partes con él.

Paco CERCÀS

14 de abril

Libros del Asteroide. 2022. Pág. 52-53:

Conchita, de figura espigada y un atractivo natural, con la paz en el rostro y la sonrisa fácil, saluda con la mano a los manifestantes. Es difícil no sonreír en ese instante. Ella, tan avanzada, con su esperanto, sus partidos de tenis, sus actuaciones en el teatro, su carrera de piano;

 

Pág. 56:

Por eso Santiago se despidió del sueño de ser ingeniero y, con menos de catorce años, entraba como aprendiz en la imprenta de El Socialista. Ya es afiliado de la UGT y de la Juventud Socialista. Cada atardecer va a la Casa del Pueblo. A oír hablar de política, a debatir, a aprender esperanto; un interés por las ideas que el director de El Socialista, Andrés Saborit, ha sabido detectar […] Pero cómo pasará todo eso, cómo se hace eso, se pregunta el joven Santiago Carrillo

Paulo COELHO

El alquimista

Página 77 de la 26ª edición de Planeta

Pero era preciso seguir adelante. Tenía que creer en señales. Toda su vida, todos sus estudios fueron en busca del lenguaje único que hablaba el Universo. Primero se había interesado por el esperanto, después por las religiones, y finalmente por la alquimia. Sabía hablar esperanto, entendía perfectamente las diversas religiones, pero aún no era un alquimista.

Julio CORTÁZAR

Rayuela

[1963]

Capítulo 17

(…) y desde un chirriar terrible llegaba el tema que encantaba a Oliveira, una trompeta anónima y después el piano, todo entre un humo de fonógrafo viejo y pésima grabación, de orquesta barata y como anterior al jazz, al fin y al cabo de esos viejos discos, de los show boats y de las noches de Storyville había nacido la única música universal del siglo, algo que acercaba a los hombres más y mejor que el esperanto, la Unesco o las aerolíneas, una música bastante primitiva para alcanzar universalidad y bastante buena para hacer su propia historia, (…)

Capítulo 69

(…) Solamente ke Abila Sanches no eskojió el rebólber komo el eskritor antiklerikal Giyermo Delora, ni la soga como el esperantista fransés Eujenio Lanti.

(…) Artista del Lápis y la pluma, nos regaló barias beses kon sus kreasiones. Linguista, era muy afekto a tradusir sus propias produksiones al inglés, esperanto i otros idiomas.

Miguel DELIBES

Parábola del náufrago

El grupo esperantista se reunía todos los jueves a las ocho de la tarde.

Rodrigo FRESÁN

Esperanto

[1995]

Capítulo Martes

(…) Los principios básicos del Esperanto así como su gramática (…) están compuestos con las raíces de todos los idiomas indoeruropeos, y Zamenhof decidió ensamblarlo con la bien intencionada aunque un tanto ingenua esperanza de que su criatura contribuyera a la paz y al entendimiento entre las diferentes naciones de este mundo. De algún modo, el Esperanto es lo más parecido a una feliz apología de la esquizofrenia. Un idioma con síndrome de personalidad mútiple y origen Frankenstein. En realidad, si el hombre fuera el animal inteligente que dice ser, bueno, el Esperanto debería haber sido el idioma a desarrollarse después del cataclismo de Babel. Y todos seríamos más felices, seguramente.

Antonio GALA

La regla de tres

Primera parte, segundo capítulo

La música sí que puede encararse con la muerte y preguntarle dónde está su victoria. Es el auténtico esperanto, el idioma universal que empieza donde no alcanzan los otros, y nos revela la esencia íntima del mundo.

El don de la palabra

P. 256 de la edición de 1996 de Espasa-Calpe

La música dice cuanto no cabe en nuestra lengua, tan dividida y ardua, y resume la dignidad más alta: ser sustancia y forma de sí misma; del verdadero esperanto universal, que comienza donde no alcanzan los demás idiomas. Sin intermediario alguno, lo mismo que un perfume, nos revela la secreta armonía del mundo, y acierta en la íntima diana del corazón.

Los papeles del agua

P. 24 de la edición de 2008 de Planeta

Cerrar los ojos de común acuerdo. Ése es el verdadero esperanto: querer no darse cuenta…

P. 123

El esperanto es un invento desafortunado.

Eduardo GALEANO

Las palabras andantes

Relato Historia del fatal encuentro entre el bandido del desierto y el poeta arrepentido

La victoria de la Civilización sobre la Barbarie fue destacada en primera página por la prensa local, regional, nacional, continental y mundial. Sabino cobró la recompensa y la donó a las obras de caridad, en acto público que fue retransmitido en directo por la BBC de Londres. El libro que narró su hazaña se tradujo al inglés, al francés, al alemán y al esperanto, y el poeta Sabino fue elegido Hombre del Año por la revista Time.

Patas arriba: la escuela del mundo al revés

Pág 265

Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite.

Oliverio GIRONDO

Poesía completa: Espantapájaros (Al alcance de todos), 7

Pág. 85 de: Poesía completa. Ed. crítica de Raúl Antelo. Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores. Colección Archivos nº 38

¡Todo era amor… amor!

(…)

Amor espermatozoico, esperantista

(…)

José María GIRONELLA

Los cipreses creen en Dios

Editorial Planeta. 7ª Edición de 1968

Pag 322

Unas de las cosas que les gustaba era asistir a las reuniones de los esperantistas, en la plaza de la iglesia….¡Porque en e pueblo había muchos esperantistas! Era un pueblo de escondidas y escalofriantes imaginaciones, lo cual Julio ya había advertido. Gente que soñaba en sociedades universales. Anarquistas sin saberlo, demasiado sentimentales.

Pag. 325

San Feliu, pues lo de la costa, de imaginaciones esperantistas.

Pag. 333

Los alumnos fumando en la cama, los veraneantes abriéndose paso entre los esperantistas.

Pag. 334

Había familias que llevaban años veraneando en San Feliu y no conocían a nadie del pueblo. Ignacio se preguntaba si era por eso por lo que había esperantistas.

Los fantasmas de mi cerebro

Editorial Planeta. Colección Autores Españoles Contemporáneos. 5ª edición, 1962. Pág. 59

Su obra más traducida (se reiefe a Papini) ha sido La Historia de Cristo de la que hay ejemplares incluso en armenio, búlgaro, maltés y esperanto…

Francisco de Paula GÓMEZ

Aeroplaneación

Casa Editorial Bailly-Bailliere. Madrid, 1910. Pág. 156

El esperanto y la aeroplaneación.- Hoy más que nunca, ya que con la locomoción aérea no hay distancias, se hace necesario un lenguaje universal. Este lo tenemos: el esperanto. La aviación y el esperanto son hermanos.
Sin él, la aviación tropezaría con grandes dificultades, pues al aterr[iz]ar en lejanos países no habría medio de comunicarse con sus habitantes, a no ser por mímica o signos, y esto es vergonzoso para la humanidad, que se encuentra más acá del siglo de las luces.
Para lograr dicho fin, se han reunido ya los aviadores y esperantistas en congresos internacionales.

 

Juan GOYTISOLO

Señas de identidad

[1966]

Biblioteca Universal Formentor. Pág. 409

en endiablado esperanto un caracterizado ejemplar de hombrecillo español de la estepa explicaba que se trataba de una imagen trucada con la que los señores y caballeros messieurs et dames ladies and gentlemen aquí presentes podrían sorprender a sus amistades y conocidos vestidos de toreros y gitanas toreadors et gitanes matadors and gypsies de regreso a sus respectivos países vos pays d’origine your native countries y afirmar así su personalidad affirmer votre personnalité your personality con el relato de sus aventuras españolas aventures espagnoles spanish adventures.

 

Juegos de manos

[1954]

—Mis padres ocupaban allí un importante cargo diplomático. Eran entusiastas del conde Coudenhove- Kalergi y cuando tenía siete años me obligaron a aprender el esperanto. Yo sabía entonces el francés, el inglés, el alemán, el italiano, el griego y el latín, pero insistieron en que aprendiese el esperanto. ¿Quieres que te hable un poquito? —No lo entendería —respondió el muchacho.”

“Le tocó con el dedo meñique la punta de la nariz y dijo una frase en esperanto: tampoco nada. Recogió la manta que resbalaba a los pies de la cama y la extendió con sumo cuidado hasta los hombros, procurando arroparle de la mejor manera. El muchacho respiraba de un modo jadeante y Uribe le aflojó el nudo de la corbata. —Duerme, duerme tranquilo.

 

Ian GROSVENOR

En busca del maestro progresista de la escuela moderna

En: Laboratorios de la nueva educación en el centenario del Instituto-Escuela. Fundación Francisco Giner de los Ríos, Institución Libre de Enseñanza. Madrid, 2019. Páginas 172, 174.

Miss Walmsley introdujo, junto con Miss Waite, clases de esperanto para sus alumnos, con el objetivo de fomentar el entendimiento pacífico, y en 1937 se creó, dentro de la Senior School, una sección internacional de esperanto.

Almudena GRANDES

Las edades de Lulú

A Pablo le divertía mucho mi actitud de perpetua sorpresa, y la fomentaba con regalos inequívocamente individuales, cosas maravillosas para mí sola, plumas estilográficas, peines, una caja de música con cerradura, un diccionario griego-esperanto, un tampón de goma con mi nombre completo grabado en espiral, unas gafas con cristales neutros, eso fue lo que me hizo más ilusión, nunca las he necesitado, pero me apetecía tanto tener unas gafas…

 

Michael GUILLÉN

Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo. El poder y la oculta belleza de las matemáticas

Penguin Random House Grupo Editorial. Traducción de Francisco Páez de la Cadena. Barcelona. 2015

A lo largo de los años ha habido no menos de 300 intentos de inventar y promulgar un idioma global, el más conocido de los cuales fue el realizado en 1887 por el oculista polaco L.L. Zamenhof. La lengua artificial que inventó se llama esperanto y hoy la hablan más de 100.000 personas en veintidós países.

Enrique JARDIEL PONCELA

Amor se escribe sin hache

[1928]

Libro segundo, capítulo segundo, escena “Y ahora el autor habla de apaches y de pieles rojas”

-Al chulo en París se le llama marlou

UN LECTOR:-¿Marlou? Eso no es francés.

-No, señor; eso es argot.

UN LECTOR:-Entonces… las gentes del hampa que usted va a presentarnos ¿hablarán en argot?

-Sí; claro… En argot. No van a hablar en esperanto.

Para leer mientras sube el ascensor

Página 40 de la cuarta edición de Aguilar, 1957

ESPERANTO: Idioma universal que no conoce nadie en el universo.

Página 431:

Y hacia el fondo (…) adivino la cabellera emocionante de miss Joërgen. Pero está muy lejos miss Joërgen; tan lejos como las pirámides de Egipto o la hegemonía del esperanto.

Los tigres escondidos en la alcoba

P. 336 de la edición de 1962 de Aguilar:

¿Por qué es el no moverte? ¿Es porque esa mujer, mientras bailabas, te ha “cloroformizado” diciéndote “sí”? ¿O porque te ha dicho “no” y a ti ya te da igual el presidio que el esperanto?

Exceso de equipaje

P. 479. Biblioteca Nueva. 4ª edición. Madrid, 1988. “Preguntas sin respuesta”:

¿Por qué todo vegetariano es espiritista; y todo espiritista, esperantista; y todo esperantista, higienista; y todo higienista, internacionalista; y todo internacionalista, izquierdista; y todo izquierdista se pasa la vida yendo a la consulta del oculista, porque suele tener alguna anormalidad en la vista, que le obliga a ser “gafista”?

Carlos LISCANO

Memorias de la guerra reciente

P. 102 de la edición de Trilce:

En sus ratos libres salía a cabalgar o a correr por el campo; por las noches se dedicaba a estudiar esperanto.

P. 102 de la edición de Trilce:

El esperanto habrá de restablecer el orden perdido.

El esperanto, llegó a confesarme, era su pasión principal después de la carrera militar. (…) Lo único que echaba de menos aquí era su correspondencia en esperanto con los amigos.

Juan Ramón LODARES

El paraíso políglota. Historias de lenguas en la España moderna contadas sin prejuicios

Taurus. Pensamiento. 2000. Capítulo octavo. Pág. 138.

Algunos, como Unamuno, incluso contribuyeron a la creación de un dialecto bilbaíno imaginario. Era una especie de esperanto entre eusquérico y castellanoviejo, para darle una seña de identidad particular a la gente de Bilbao (no tardó mucho don Miguel en reconocer que aquello había sido un pecadillo de juventud).

Torcuato LUCA DE TENA

La brújula loca

[1964]

Capítulo N

-¡Es una casa pero que muy bonita! -recitó cortés.

-¡Huy qué risa agüela! -exclamó Mariuca con no menos admiración que si le hubiese oído hablar en esperanto-. ¡Mira qué habla más rarosa tiene!

Antonio MACHADO

Juan de Mairena

[1936]

Capítulo XLVI

El libro de la Naturaleza -habla Galileo- está escrito en lengua matemática. Como si dijéramos: el latín de Virgilio está escrito en esperanto. Que no os escandalicen mis palabras. El paisano sabía muy bien lo que decía. Él hablaba a los astrónomos, a los geómetras, a los inventores de máquinas. Nosotros, que hablamos al hombre, también sabemos lo que decimos.

Sándor MÁRAI

Confesiones de un burgués

Ed. Salamandra. 1ª ed. 2004. Pág. 243

No creo que el amor sea una especie de esperanto que haga desaparecer la barrera de los idiomas. El amor tan sólo balbucea en una lengua que no sea la materna, por más entusiasmo y fervor que caractericen su expresión.

 

Daniel MEDINA ROSADO

Una extraña música

[2017]

Parto de Zamenhof para llegar a ti

Una orquídea en tu cuerpo me llama desde siempre

Esperanto

Y eres más que una salida, un lenguaje con música de fondo

Lo que sé de ti

Esperanto

Es lo que sé de la esperanza

Juan José MILLÁS

No mires debajo de la cama

[1999]

Tres

Los dos pertenecían a una sociedad esperantista y habían enseñado este idioma a sus dos hijas, que lo hablaban con fluidez.

(…)

Teresa no podría haber tenido, pues, unos padres mejores desde el punto de vista de sus afinidades (con el esperanto no había contado, aunque tampoco le molestaba por lo que tenía de herramienta práctica, de instrumento).

(…)

Entonces terció el padre para puntualizar que bajo esos estados no era raro que su mujer se manifestara en esperanto.

-Mi suegro -añadió- fue un gran esperantista. Escribió un libro de gramática que tenemos en el escaparate de la ferretería.

La conversación adquirió entonces un tono misterioso. Nadie lo expresó claramente, pero tanto Teresa como su padre dieron a entender, o eso le pareció a Holgado, que esperaban recibir un mensaje en esperanto transmitido a través de la boca de la madre.

Al poco, la conversación dejó de fluir una vez más. Vicente se había acordado de nuevo del perro muerto y de la cisterna rota, y se puso pálido, quebrando la atmósfera de intimidad creada en torno al esperanto.

(…)

-Si las herramientas hablaran -dijo el padre de Teresa-, hablarían en esperanto.

-¿Por qué? -preguntó Vicente.

-Porque esa lengua representa la nostalgia del idioma único. El que poseíamos antes de intertar construir la torre de Babel y Dios confundiera nuestras lenguas. Con el esperanto y la precisión de las herramientas actuales, sería posible construir esa torre sin ningún problema. Quizá lo hagamos.

(…)

No entendía por qué la pieza de una cisterna tenía que tener un nombre americano, aunque quizá fuera esperanto.

-¿Cómo se diría Fluidmaster en esperanto? -preguntó.

-¿En esperanto? No tengo ni idea.

(…)

Eligió ser él, pero transcurrido un tiempo razonable, si se podía llamar tiempo a aquello que no dejaba de atravesarle con lentitud el pecho, advirtió que continuaba siendo él mismo, y no dejó de serlo mientras apartó los cuerpos que se interponían y salió corriendo al pasillo, desde donde ganó la puerta de la casa mientras escuchaba tras de sí los gritos de la madre que le decía algo que no entendió, seguramente en esperanto.

Cuatro

Además, la noche en que Vicente Holgado decidió volver debajo de la cama, había cenado en la casa de los padres de ella y por lo visto mató al perro de la hermana pequeña. Y los padres son esperantistas.

-¿Y qué tiene que ver que sean esperantistas, por favor?

-No lo sé, el perro muerto, el esperanto, la amputación de los pies… Sonaba todo como a un asunto de psicópatas, de secta. Con estos datos no podía hacer otra cosa.

(…)

Había pensado dirigirse a ella, para ver si era posible establecer algún contacto con aquel universo al que acababa de acceder, pero la mujer se metió en seguida en un portal oscuro, antiguo, donde curiosamente había una placa en la que se anunciaba la existencia de una sociedad esperantista, y desapareció.

La mujer loca

[2014] Pág. 209 de 238:

– Lo de la lengua materna -dice al fin Millás- me ha traído a la memoria que mi padre era esperantista. Hace tiempo, después de leer una biografía de Zamenhof, el inventor del esperanto, escribí un artículo sobre ese idioma.

-¿Qué decía usted?

-Lo relacionaba con la nostalgia del idioma único existente antes de la torre de Babel.

-¿El esperanto -dice la psicoanalista- vendría a reparar la herida que se produjo en la torre de Babel, cuando Dios confundió las lenguas de los hombres?

-Quizás sí, aunque con una prótesis imposible, pues se trata de una lengua profundamente antimaterna.

-¿Y?

-Que quizá no prosperó por eso, porque no llevaba incorporada la posibilidad del incesto.

-No sé si es la conclusión adecuada -dice la psicoanalista-, pero lo tenemos que dejar por hoy.

Antonio MUÑOZ MOLINA

La noche de los tiempos

P. 446 de la edición de 2009 de Seix-Barral

Digo yo que sería el momento de ponerse a discutir sobre la sociedad sin clases o sobre las glorias de la raza española, o el esperanto, o la vida eterna, o lo que haga falta.

P. 933

(…) quienes vaticinaban con perfecta seriedad la inminencia de la dictadura del proletariado o del comunismo libertario, los convencidos de que aboliendo el dinero y practicando el desnudismo o el esperanto o el amor libre el paraíso quedaría instaurado en la tierra (…)

Carlos NUEVO CAL / Emilio INSÚA LÓPEZ

Maruja Mallo: de prometedora pioneira a artista universal

Fundación Caixa Galicia, 2010. P. 173.

Agora ben, se o patente universalismo da nosa pintora [Maruja Mallo] dista moito do rexionalismo, na súa acepción provinciana e de pechazón pseudoculturalista, outro tanto acontecía a respecto do chamado universalismo uniformizador, defendido na altura por importantes sectores intelectuais e políticos, que consideraban que o mundo camiñaba irremediabelmente cara a unha unidade absoluta en todos os planos, desde o político ata o lingüístico (lémbrese a forza da proposta esperantista lanzada por Zamenhoff [sic]), pasando loxicamente polo artístico.

Luis PESCETTI

Copyright (plagios literarios y poder político al desnudo)

[2001]

Capítulo 12

-Jebs, querría que usted dirigiera mi tesis.

-Ah, la tesis, ¿y cuál sería el tema?

-Un estudio comparado sobre textos medievales y el esperanto, porque hallé que…

Él rió.

-¿Qué disparate, Michelle!? El esperanto, esa lengua creada por Zamenhof en 1887… y abandonada por todo el mundo en ese mismo año!

La descalificación intelectual era otro remanido recurso del profesor, infalible las más de las veces.

Juan Manuel de PRADA

Las esquinas del aire

P. 283 de la edición de 2000 de Planeta

No se tragó, por supuesto, que Jimena estuviese diplomada en taquigrafía (disciplina tan arqueológica y en desuso como el idioma esperanto).

Ignacio RAMONET

La golosina visual

[2000]

Página 110 de la edición: DeBolsillo, Editorial Debate, Barcelona

Este contagio nos impone poco a poco, sin que lo advirtamos, una especie de estilo “esperántico”, de ‘film-volapuk’ impersonal y robotizador, cuyo origen y modelo están determinados por los hábitos comerciales y publicitarios norteamericanos.

Javier REVERTE

El Río de la desolación. Un viaje por el Amazonas

[2004]

Pág 192, cap. 14 de 3ª ed, en DeBOLSILLO. Barcelona, nov. 2006

Otro grupo habitual en el bar lo formaban ocho extranjeros, seis hombres y dos mujeres. Pensé que podrían ser europeos orientales porque la mayoría lucían un cabello muy rubio y bebían cachaça en abundancia y a toda hora. Pero su idioma no  me recordaba en absoluto la cadencia de las lenguas eslavas, sino que parecía tener la consistencia del chasquido de unas tijeras. Pronto me enteré de que eran polacos, estonios, rumanos y uno de ellos noruego. El extraño idioma que empleaban entre ellos no era otra cosa que esperanto. Según me explicó una de las mujeres, una polaca, habían asistido a un congreso internacional sobre el esperanto en Sao Paulo y, a su conclusión, unos cuantos se habían venido al río para hacer turismo.

Pág 202

Desde la borda del Itapurunga, agitando con jovialidad los brazos, me despedían los esperantistas […]

 

Julián RÍOS

Amores que matan

[2009]

P. 247

Por qué escasea ahora el azúcar… Krishna y la expansión de la conciencia… Esperanto para la paz… El Apocalipsis ya ha empezado…, entre otros tópicos, que seguí a trozos esta mañana en Hyde Park Corner mientras te buscaba de grupo en grupúsculo.

Puente de alma

P. 154:

Se consideraba un ciudadano del mundo, lo que cimentaba su pacifismo, seguía Tipi hablándome de Diesel, y aunque dominaba el alemán, el francés y el inglés desde niño, dijo Tipi, fue un apóstol del esperanto como útil de paz y entendimiento universales que serviría para simplificar las relaciones internacionales.

Manuel RIVAS

Los libros arden mal

P. 423:

Es un profeta apasionado del esperanto, que domina como un experto después de entregarle muchas noches a su estudio. Esa pasión por una lengua universal está fundamentada en un ideario de “socialismo racional” en el que cita como precursor a Ramón de la Sagra, ese coruñés del XIX que debería estar, según él, a la altura del francés Proudhon o del británico Owen.

P. 425:

Él, Ricardo, también va a estudiar Derecho. Si coinciden en Santiago, ¿podría Ríos enseñarle esperanto? Podría, claro. Pero cuando ese encuentro tuvo lugar, un año después, ni Samos expresó ese interés, ni Héctor estaba tan absorbido por la tarea de divulgar la lengua universal.

P. 425:

La única manera de ponerles freno a los totalitarismos es caminar hacia una Federación Mundial regida por principios justos de derecho universal. Esos derechos humanos, sin fronteras, serán el telar de una lengua común, el verdadero esperanto.

P. 511:

¿En esperanto? Foki…”

P. 683:

Todos sus pasos desde un año antes de la República, desde su participación en la Federación Universitaria Española. Incluso un cursillo de esperanto que había dado en una biblioteca libertaria.

Ernesto SÁBATO

El Túnel

[1948]

Capítulo 5

Existen en la sociedad estratos horizontales, formados por las personas de gustos semejantes, y en estos estratos los encuentros casuales no son raros, sobre todo cuando la causa de la estratificación es alguna característica de minorías (…) Me ha sucedido encontrar una persona en un barrio de Berlín, luego en un pequeño lugar casi desconocido de Italia y, finalmente en una librería de Buenos Aires. ¿Es razonable atribuir al azar estos encuentros repetidos? Pero estoy diciendo una trivialidad: lo sabe cualquier persona aficionada a la música, el esperanto, al espiritismo.

Sobre héroes y tumbas

[1961]

Pues Iglesias era uno de esos anarquistas bondadosos, incapaz de matar una mosca: era pacifista, era vegetariano (por su repugnancia a vivir de la muerte de un ser viviente) y tenía ese género de fantástica esperanza de que el mundo iba a ser alguna vez una cariñosa comunidad de libres y fraternales cooperadores. Ese Nuevo Mundo iba a hablar una sola lengua y esa lengua iba a ser el esperanto. Razón por la cual aprendió dificultosamente esa especie de aparato ortopédico, que no solamente es horrible (lo que para una lengua universal no sería lo peor) sino que no la habla prácticamente nadie (lo que para una lengua universal es ruinoso). Y de ese modo, en cartas que laboriosamente escribía sacando la lengua, se comunicaba con alguno de los quinientos sujetos que en el resto del universo pensaban como él.

Joaquín SABINA

Ciento volando de catorce

Ed. Visor Libros. Madrid, 2001. P. 80. Soneto L: 

“A SÍLABAS CUNTADAS”

[Para Javier Krahe]

No dejaré sin contestar tu carta
a sílabas cuntadas, maestría,
que le debemos, buen rayo te parta,
entrambos al mester de germanía.

Derogo desde el alma del delito,
el blindaje contrito que te agravia:
a mí también me falta tu gambito
de dama y los rigores de tu labia.

¿Con quién bailar la jota en esperanto?
sigues siendo mi gripe, mi vacuna
Y el prota al alimón de mi novela.

La purga, el catalejo de mi canto,
mi murga, mi aparejo de fortuna
y el padrino más viejo de Carmela.

 

Fernando SÁNCHEZ DRAGÓ

Gárgoris y Habidis

P. 378  de la 20ª edición de Argos Vergara:

[Para construir el Templo de Jerusalén] numerosos extranjeros, en posesión de muchos y muy diferentes idiomas, colaboraron en la empresa que a pique estuvo de convertirse en otra Torre de Babel. Pero se salvó el obstáculo: alguien tuvo la hermosa ocurrencia de inventar un código cifrado para que los obreros pudieran entenderlo sin necesidad de proferir sonidos. Algo así como un esperanto gráfico de la arquitectura, un sistema de señalización similar a lo que siglos más tarde introdujeron los sabios de Grecia en el recinto de la geometría. Y se llamó Péndulo o Sello de Salomón a la figura resultante de agrupar dichos símbolos alrededor de un círculo.

P. 392:

El barallete es o fue esperanto jacobeo, cenismo de babel, germanía de patriarcas, truhanes, ribaldos, lapetas, peregrinos, pecadores y macarras (…).

Las fuentes del Nilo

Editorial: Biblioteca El Mundo. Colección: Las mejores novelas en castellano del siglo XX. Nº 131.  Barcelona 2001. Pág. 38

Conque eso era él, Dionisio, un pececillo de plata con hechuras humanoides, y res més, nada más, como decían a todas horas en garbancero esperanto de Alicante los camaradas interinos de sus vacaciones veraniegas.

Canek SÁNCHEZ GUEVARA

Diario sin motocicleta

Vol. 1 Europa (Francia, Italia, España y Portugal). 1ª ed. Pepitas de Calabaza. Logroño, 2016. Pág. 130-131.

Que hoy la lengua internacional es el inglés no lo duda nadie. Es un idioma relativamente sencillo, técnico, sintético. La anglosajona, nos guste o no, es la cultura dominante en nuestra era, tal y como en otras lo fue la francesa, la latina o la griega, por decir. La cultura, no lo olvidemos nunca, se desarrolla y expande por medios muy poco “cultos”: son la guerra, el pillaje, la conquista y la colonización, así como el mercado, el comercio, los que financian y exportan el corpus fundamental de una sociedad. Poco importa el valor de esa cultura en sí […]

El sueño de crear una lengua mundial más o menos común a todas las demás no es nuevo. Quizá el intento más extendido sea el del esperanto, un idioma híbrido que nace a fines del siglo XIX y construido sobre un puñado de reglas gramaticales carentes de excepciones. El hecho de que haya sido concebido por un polaco (el doctor Zamenhof) explica por qué tanto en su escritura como en su fonética encontramos tal cantidad de guiños eslavos, aun si la base etimológica principal la forman el latín y las lenguas romances, seguidas de las germánicas y sajonas.

Javier TOMEO

El castillo de la carta cifrada

Página 93 de la edición de Anagrama

¿No le parece que acabaría imponiéndose un indiscutible esperanto, capaz de comunicarnos a todos sin necesidad de más diccionarios?

Andrés TRAPIELLO

Los nietos del Cid. La nueva edad de oro de la literatura española (1898-1914)

Planeta. Colección La España Plural.  Primera edición, octubre 1997

Pág 42:

Si Lanza hubiera sido francés, los surrealistas hubiesen sacado de él un buen partido, porque había algo en él de la alegre fanfarria de Sastre, era raro como Lautréamont, simpáico y solitario, como Jarry, y moderno e inútil como los esperantistas.

Pág 48:

En una época en que todo lo del sexo estaba destinado o a la sicalipsis o al oscurantismo, dos libros como aquellos, un poco esperantistas para todo con todos los frutos prohibidos, desempeñaron cierto papel.

 

Miguel de UNAMUNO

Niebla

[1914]

Capítulo 6

En este momento entró en la sala un caballero anciano, el tío de Eugenia, sin duda. Llevaba anteojos ahumados y un fez en la cabeza. Acercóse a Augusto, y tomando asiento junto a él le dirigió estas palabras:

-(Aquí una frase en esperanto que quiere decir: ¿y usted no cree conmigo que la paz universal llegará pronto merced al esperanto?)

Augusto pensó en la huída, pero el amor a Eugenia le contuvo. El otro prosiguió hablando, en esperanto también.

Augusto se decidió por fin.

-No le entiendo a usted una palabra, caballero.

-De seguro que le hablaba a usted en esa maldita jerga que llaman esperanto -dijo la tía, que en este punto entraba.

(…)

-Pues no te entiendo más que tú cuando te hablo en esperanto -le contestó su marido.

(…)

-Si aprendierais esperanto -empezó don Fermín.

-Déjanos de lenguas universales. Conque no nos entendemos en las nuestras, y vas a traer otra (…)

-¿Tras de mí y traído por el canario? Pues no lo entiendo. Valiera más que hablase en esperanto, como tío Fermín.

Capítulo 8

-Porque hasta que no llegue el día feliz en que el esperanto sea la única lengua, ¡una sola para toda la humanidad!, hay que escribir el castellano con ortografía fonética.

(…)

-Por lo de anarquista y esperantista (…)

-(…) Anarquismo, esperantismo, espiritismo, vegetarianismo, foneticismo… ¡todo es uno!

Del sentimiento trágico de la vida

[1912]

Alianza Editorial. El libro de bolsillo. Biblioteca de autor. 1ª ed. en la colección. 2008.

Capítulo XII: Conclusión […]. Pág. 312

El pensamiento reposa en prejuicios y los prejuicios van en la lengua. Con razón adscribía Bacon al lenguaje no pocos errores de los idola fori. Pero ¿cabe filosofar en pura álgebra o siquiera en esperanto? 

Obras completas. V. Poesía.

Poemas y canciones de Hendaya II (1929)

¡Traductores, traidores!

 ¡padres del esperanto,

albañiles de Babel!, 

se hizo polvo su cumbre contra el cielo, 

sobre las nubes El 

cedió a la pesadumbre 

del imposible anhelo, 

y en el cimiento, bajo tierra, 

la lengua singular, la intraductible, 

eterna, universal.

 

Mario VARGAS LLOSA

Pantaleón y las visitadoras

Santillana, p. 262

El reloj Movado de nuestros estudios

Sergio VILA-SANJUÁN

Una heredera de Barcelona

P. 144  de la edición de 2010 de Destino:

A un lado, un musculoso cuarentón impartía lecciones de gimnasia a un grupo de muchachos. Bajo un robusto olmo, una vigorosa sesentona con gafas garabateaba con fuerza palabras misteriosas en una pizarra, ante un reducido auditorio de seis alumnos “Saluton, Tie, Dankon, Bonvolu, Pacon…”

 – ¿Qué es ese vocabulario tan raro?- pregunté a  mi guía

– ¿Esto? Esperanto. La lengua universal. La creó el doctor polaco Zamenhof hace treinta años para contribuir a la armonía y el entendimiento entre los humanos. Tiene una estructura muy sencilla, por lo que resulta  mucho más fácil de aprender que cualquiera de los idiomas que ha producido la historia y que hoy dividen a la humanidad. Algunos lo llaman el latín de los obreros, porque son sobre todo las clases trabajadoras las que lo están adoptando para poder comunicarse por encima de nacionalidades y fronteras.

P. 266: 

Me la tendió y la leí detenidamente: “Vi trovos min sur la montojovo”. [i.e. montovojo]

 – Creo que sé quién puede traducirla. ¿Me prestas un coche?

Pedía a Manolo que detuviera el Daimler en la planchaduría de la calle Muntaner. Y allí dentro, entre vapores, en su habitual actitud de falso amodorramiento, se hallaba Floreal Gambús. El veterano anarquista dio un respingo al verme.

– ¡Hombre, Vilar! ¡Qué alegría su visita!

– Floreal, la situación es crítica. Necesito que me traduzca esto.

– Vi trovos min sur la montojovo. Es esperanto, cierto.

– ¿Qué quiere decir ?

– Me encontraréis en el camino de la montaña. ¿A qué montaña debe referirse?

Juan Antonio de ZUNZUNEGUI

El barco de la muerte

[1945]

Obras completas. 2. Editorial Noguer. 1ª edición. Barcelona, 1970. “Tercera acción”. Págs.  1.077 y sig. / Págs.  1.116 y sig.

-¿Cómo va ese esperanto?

-Estos días he traducido la Sonatina, de don Rubén.

-¿Y qué tal?

-Gana con la traducción… Mejor que en castellano suena.

Mostacilla se sonríe.

-Sí, tú ríete; pero tendréis que convenceros todos, o se va a un idioma único, o dentro de poco tendremos la confusión de las lenguas como en la torre de Babel.

[…]

-Yo el principal defecto que le encuentro al esperanto es el de ser un idioma artificial, y un idioma artificialmente creado no puede vivir.

-Todos los idiomas que se hablan sobre la tierra han sido creados por el hombre; todas las palabras han tenido un inventor, anónimo o conocido; en ese sentido, todas son artificiales… Además, el esperanto vive desde hace tiempo en las lenguas indoeuropeas.

-Te concedo esto –otorgó Mostacilla-; pero si la Humanidad adopta el esperanto, va a suceder con él lo que con el latín y otros idiomas nacionales, que degenerará en dialectos, y entonces ya no podrá servir como idioma internacional.

-En eso estás equivocado –argumentó Bernardón- dándose con el pañuelo el consabido golpecito en el cogote-. Si del latín y otros idiomas nacieron dialectos en tiempos lejanos, se debió a causas que ya han desaparecido para siempre: el aislamiento en que vivía cada región, el analfabetismo de las masas, la falta de Academias y diccionarios que fijaran la norma y el valor de las palabras…, etc. Hoy, las cosas han cambiado, y ya no dan ni pueden dar origen a dialectos los idiomas nacionales…, y menos el esperanto, cuya mejor salvaguardia contra ese peligro está precisamente en su condición de internacional, que hace que todos los que lo usan se vean forzados a respetar la uniformidad en lo que se refiere al vocabulario y a la gramática.

Mostacilla se sintió anonadado por la lógica férrea de Bernardón.

Guardaron silencio un momento, que lo emplearon para beber.

Mostacilla se revolvió aún, sin embargo:

-¿No sería mucho más práctico internacionalizar el inglés, el español o el francés? Se ahorraría mucho trabajo, puesto que estos idiomas son ya conocidos por muchos millones de personas.

-No, estás engañado; multiplica el número de personas que no conocen el inglés por el número de horas que requiere el estudio de este idioma; multiplica luego el número de hablantes de la tierra por el número de horas que exige el estudio del esperanto…, y compara los resultados… Verás que la internacionalización del inglés representaría para la Humanidad un esfuerzo diez veces mayor, por lo menos, que el que representaría la adopción del esperanto. Y esto que decimos del inglés es aplicable al español o al francés o a cualquier otro idioma nacional… Además, que ninguna nación está dispuesta a dar la supremacía al idioma de otra.

Se hizo en torno a Bernardón un aura admirativa.

Pero Mostacilla era el demonio.

-Una cosa hay que me retiene a la hora de la total admiración…, y es que yo me había hecho a la idea de que el esperantista era hombre vegetariano y con aspecto de enfermo del estómago, delgado hasta el límite y cara de pocos amigos, y me encuentro con que el pontífice máximo del esperantismo en la provincia es un carnívoro de ciento diecisiete kilos… Yo hubiera encontrado más natural que tú propugnaras el aprendizaje del vascuence, del ruso, del holandés o de cualquier otro idioma substancioso.

-De eso ya hablaremos con más calma –sonrió Bernardón, enjugándose el morrillo.

-Bueno –intervino el hombre del ojo verde-: a ver cuándo nos lees en esperanto eso de “la princesa está triste”.

-Cuando queráis; ya os avisaré yo; una noche venimos aquí los amigos, y con disculpa de picar algo os la leo…

Paró la atención en Martínez, que oía meditabundo.

-¿Usted no es esperantista, Martínez?

-Funerario solamente –contestó, sobrio, Martínez.

-Yo le hacía a usted de los nuestros.

-¿Por qué no?; la muerte tiene un idioma único, un esperanto internacional, y ése… ninguno escaparemos de aprenderlo.

Y por todas las espaldas pasó un frío y silencioso temblor.

[…/…]

El ingenioso y divertido engendro de Zamenhof empezaba a tocar las mentes sencillas de muchas gentes del país. Iba, en general, su estudio asociado al vegetarianismo y a la locura mansa, esa locura que no exige la camisa de fuerza […] […/…]

LA MALGAJA PRINCINO

(Rubén Darío)

Con una voz dulcísima, suavificada por las natillas, comenzó así:

Princin’ estas malgaja… Kion havas princino?

[Nota del transcriptor: se van reproduciendo, por fragmentos y en su totalidad los versos de la Sonatina de Rubén Darío, en la traducción que realizó Félix Díez Mateo, aparecida en el Boletín del 2º Congreso de esperantista ibéricos, celebrado en Bilbao en 1924]

Princin’ estas malgaja. Kion havas princino?

Ŝia fraga buŝeto elsopiras sen fino.

Kaj ŝi perdis koloron, ŝi de longe ne ridas,

Sur la seĝo el oro la princin’ pala sidas.

Restas muta klavaro, ne aŭdiĝas sonoro,

Kaj en glas’ forgesita svenas ĉarma la floro.

La triumfo de pavoj jen ornamo ĝardena,

La mastrina babilo de vantaĵ’ estas plena,

Ruĝvestita petolas histriono, sed plendas

Ĉar princino ne ridas, ĉar princino ne sentas;

Persekutas princin’, orienten, ĉielon,

Sendifinan la penson, iluzian libelon.

Ĉu ŝi pensas al princo de Ĉini’ aŭ Golkonda

Aŭ al tiu haltinta por admiri de blonda.

La princino karesajn, lumodolĉajn okulojn?

Aŭ al reĝ’ forlasinta bonodorajn insulojn?

Ĉu por estro de klara diamant’ ŝiaj ĝemoj

Aŭ por mastro fiera de Ormuzaj la gemoj.

Estus ŝi hirundino, estus ŝi papilio,

Per rapidaj flugiloj, sur skal’ de radio

Ŝi al suno flugadus, sub lazuran ĉielon

Suĉus ŝia spirito de la vivo la belon,

Ŝi liliojn salutus per printempa kantaro.

Malaperus en vento sur la tondro de l’maro.

Ŝi ne amas palacon, ne plu sorĉan balkonon

Nek arĝentan ŝpinilon, puncan la histrionon

Nek de cignoj samvoĉaj sur blulago la ĥoron,

Kaj la floroj malĝojas pro kortega la floro;

De la nordo nelumbo, la jasmen’ de Oriento.

De la sudo la rozo, dali’ de Okcidento,

Malfeliĉa princino kun la bluaj okuloj.

Mallibera en oro, mallibera en tuloj,

En marmora la kaĝo de vastega palaco,

En fiera palaco, kie viglas por paco

Gardistaro, halebardaj cent negroj, kaj sono.

De ĉashund’ nedormanta, kaj kolosa dragono.

Ho plej bela princino, estus mi papilio!

Princin’ estas malgaja, pala, kiel vizio;

Adorata vizio la ebura kaj ora!

Flugus mi voki princon de land’ rozkolora.

(La princin’ estas pala, princin’ estas malgaja)

Ŝi, pli brila kaj ĉarma ol tagiĝo la maja.

Ho, silentu, princino, ĉesu jam via palo,

Diras bona feino. Sur fluganta ĉevalo

Al vi venas radia, en la zono jen glavo,

Kavaliro vin koni, li fariĝos la sklavo;

La venkinto de Morto; kaj denove la flamo

Viajn lipojn bruligos per la kiso el amo.

[…]

-Estos versos mejoran los de don Rubén

[…]

-¡Qué fuerza la de esta cuarteta! –exclamó Mostacilla, dándoselas de entendido.

Bernardón sonrió al elogio. En seguid sorbió otra cucharonada de natillas. Era imposible pasar tanta K y tanta J sin aquel suave y dulce lubrificante.

[…]

-¿Bravo! Eso es un verso y no lo que escriben los poetas de ahora –gritó Mostacilla.

Venancio confesó que era de lo más sonoro que se había escrito en todas las lenguas.

[…]

Se había apoderado de todos una sed esperantista.

[…]

-Un idioma en el que se puede componer un verso con tan elegante andadura merece que se olviden todas las demás lenguas –exaltó Bernardón.

-¡Al idioma único; hay que ir al idioma único! –propuso Venancio.

[…]

Hubo aplausos ensordecedores. Salvo Martínez, que permaneció pensando en las infinitas variantes de la demencia humana, los demás, empujados por el vino, sintieron su esperantismo agudizado.

[…]

-¡Abajo las barreras idiomáticas!

-¡Abajo! –respondieron todos.

[…]

-¡Queremos un idioma único!

[…]

-¡Viva Zamenhof!

-¡Viva!

-¡Viva Zamenhof!

Un tendero rezagado, al oír aquella f final, de sospechoso eslavismo, cerró precipitadamente la tienda.

Lista básica de lectura de literatura

Cualquiera que desee hablar de la literatura original en esperanto, aunque sólo sea para mencionarla, debe haber leído por lo menos varias obras destacadas antes de expresar su opinión.

A continuación se muestra una pequeña selección de títulos:

Poezio / Poesía

AULD, William (red.). Esperanta Antologio [Antología esperantista]. Segunda edición, revisada y completada, UEA, Rotterdam, 1984. 887 p.

AULD, William.; DINWOODIE, John Sharp; FRANCIS, John Islay; ROSSETTI, Reto Mario. Kvaropo [Cuarteto]. Juan Régulo, La Laguna, 1952. 104 p.

AULD, William. La infana raso [La raza infantil]. Juan Régulo, La Laguna, 1956. 104 p.

BAGHY, Julio. Pilgrimo [Peregrinación]. Budapest, 1926. 124 p.

BAGHY, Julio. Preter la vivo [Al margen de la vida]. Literatura Mondo, Budapest, 1923. 124 p.

BOULTON, Marjorie. Eroj [Partículas]. Juan Régulo, La Laguna, 1955. 286 p.

HOHLOV, Nikolai. La tajdo [La marea]. Heroldo de Esperanto, 1928. 61 p.

KALOCSAY, Kálmán. Streĉita kordo [Cuerda tirante]. Literatura Mondo, Budapest, 1931. 189 p.

KOCK, Edwin de. Fajro sur mia lango [Fuego en mi lengua]. Juan Régulo, La Laguna, 1967. 119 p.

KURZENS, Nikolai. Mia spektro [Mi espectro]. Literatura Mondo, Budapest, 1938. 64 p.

MAURA, G.E. Duonvoĉe [A media voz]. Juan Régulo, La Laguna, 19632. 179 p.

MIHALSKI, Eŭgeno. Prologo [Prólogo]. SAT, Leipzig, 1929. 62 p.

MIYAMOTO Masao. Invit’ al japanesko [Invitación al tanca o métrica japonesa]. Juan Régulo, La Laguna, 1971. 110 p.

PENETER, Peter. Sekretaj Sonetoj [Sonetos secretos]. Budapest, 1931. 95 p.

PRIVAT, Edmond. Tra l’ silento [A través del silencio]. Ginebra, 1912. 29 p.

RAGNARSSON, Baldur. Ŝtupoj sen nomo [Escalones sin nombre]. Juan Régulo, La Laguna, 1959. 127 p.

ROSSETTI, Reto Mario. Pinta krajono [Lápiz afilado]. Juan Régulo, La Laguna, 1959. 128 p.

SADLER, Victor. Memkritiko [Autocrítica]. Eldonejo Koko, Copenhague, 1967. 60 p.

SCHWARTZ, Raymond. La stranga butiko [La tienda extraña]. Esperantista Centra Librejo, París, 1931. 127 p.

SCHWARTZ, Raymond. Verdkata testamento [El testamento del gato verde]. Centra Librejo Esperantista, París, 1926. 123 p.

TÁRKONY, Lajos. Soifo [Sed]. Juan Régulo, La Laguna, 1964. 231 p.

UEYAMA Masao. Por forviŝi la memoron pri ŝi [Para borrar su memoria]. L’ Omnibuso, Kioto, 1974. 95 p.

Proza fikcio / Ficción en prosa

BAGHY, Julio. Sur sanga tero [En tierra sangrienta]. Segunda edición. Szalay, Budapest, 1933. 264 p.

BAGHY, Julio. Viktimoj [Víctimas]. Hungara Esperanto-Instituto, Budapest, 1925. 162 p.

BOULTON, Marjorie. Okuloj [Ojos]. Juan Régulo, La Laguna, 1967. 177 p.

BULTHUIS, Hindrik Jan. Idoj de Orfeo [Hijos de Orfeo]. Den Haag, 1923. 542 p.

ENGHOLM, Stellan. Homoj sur la tero [Hombres en la tierra]. Literatura Mondo, Budapest, 1932. 201 p.

FORGE, Jean. Mr. Tot aĉetas mil okulojn [Mr. Tot compra mil ojos]. Literatura Mondo, Budapest, 1934. 243 p.

FRANCIS, John. La granda kaldrono [El gran caldero]. TK/Stafeto, Antwepern, 1978. 592 p.

FRANCIS, John. Vitralo [Vidriera]. Juan Régulo, La Laguna, 1960. 135 p.

KONISI Gaku. Vage tra la dimensioj [Vagando por las dimensiones]. Japana Esperanto-Ligo, 1976. 77 p.

LORJAK. Regulus. Eldono Gabrielli, Ascoli Piceno, 1981. 340 p.

LUYKEN, Heinrich August. Pro Iŝtar [Por Ishtar]. Hirt & Sohn, Leipzig, 1924. 304 p.

MIYAMOTO Masao. Naskitaj sur la ruino – Okinavo [Nacidos en las ruinas. Okinawa]. Librejo Pirato, 1976. 146 p.

NEMERE, István. Sur kampo granita [En un campo de granito]. Hungara Esperanto-Asocio, Budapest, 1983. 125 p.

NEWELL, Leonard Nowell Mansel. Baki [Bakshish]. Literatura Mondo, Budapest, 1938. 149 p.

PIĈ, Karolo. La litomiŝla tombejo [El cementerio de Litomyšl]. Artur E. Iltis, Saarbrücken, 1981. 276 p.

RIBILLARD, Jean. Vivo kaj opinioj de majstro M’Saud [Vida y opiniones del maestro M’Saud]. Juan Régulo, La Laguna, 1963. 143 p.

ROBINSON, Kenelm. Se grenereto… [Si una pequeña semilla…] Londres, 1930. 158 p.

ROSBACH, Johan Hammond. Fianĉo de l’ sorto [Novio del destino]. Dnask Esperanto-Forlag, 1977. 192 p.

ROSSETTI, Cezaro. Kredu min, sinjorino! [¡Créame, señora!] Heroldo de Esperanto, Schveningen, 1950. 259 p.

ROSSETTI, Reto Mario. El la maniko [De la manga]. Juan Régulo, La Laguna, 1955. 221 p.

ROSSETTI, Reto Mario; SZILÁGYI, Ferenc. 33 rakontoj: la Esperanta novelarto [33 relatos: el arte de la novela corta en esperanto]. Juan Régulo, La Laguna, 1964. 328 p.

SCHWARTZ, Raymond. Kiel akvo de l’ rivero [Como el agua del río]. Juan Régulo, La Laguna, 1963. 487 p.

SCHWARTZ, Raymond. Vole… novele [Quieras o no…velas]. TK, Copenhague, 1971. 192 p.

STURMER, Kenelm Ralph Creuzé. Por recenzo! [¡Para la crítica!] The Esperanto Publishing Co, Londres, 1930. 61 p.

SZATHMÁRI, Sandor. Vojaĝo al Kazohinio [Viaje a Kazohinia]. SAT, París, 1958. 315 p.

SZILÁGYI, Ferenc. La granda aventuro [La gran aventura] Eldona Societo Esperanto, Estocolmo, 1945. 143 p.

SZILÁGYI, Ferenc. Koko krias jam! [¡Ya canta el gallo!] Juan Régulo, La Laguna, 1955. 225 p.

TÓTH, Endre. Lappar, la Antikristo [Lappar, el anticristo]. Hungara Esperanto-Asocio, Budapest, 1982. 137 p.

VARANKIN, Vladimir. Metropoliteno [Metropolitano]. Ekrelo, Amsterdam, 1933. 200 p.